¿Son la Ciencia y la Fe enemigas?
- Alejandra Duffoo
- Apr 11, 2018
- 7 min read
Updated: Jun 28, 2019
Muchas personas basan su carencia de fe en el avance científico porque está de moda, y se atreven a afirmar que la Ciencia desmiente a la Teología. Sin embargo, si definimos los términos tenemos por un lado a la Ciencia, la cual explica el cómo de las cosas; y por otro a la Teología que intenta explicar el porqué, partiendo del estudio del conocimiento sobre un creador. Con las definiciones anteriores, concluyo con el dicho del sacerdote y científico Manuel Carreira “la Ciencia y la Fe no se pueden contradecir porque tratan de dos cosas totalmente distintas. Es como decir que el análisis de la mecánica de un automóvil contradice al análisis literario del Quijote de la Mancha.” Pero, la terminología de los diferentes campos de conocimiento es y ha sido confundida a lo largo de la historia. Un ejemplo podría ser Descartes cuando trató de medir y comprobar los sentimientos humanos matemáticamente, llegando al fracaso total.
No es posible darle una explicación al “porqué” del surgimiento del universo a través de la ciencia. En mi humilde opinión esto se debe a tres cosas:
1- La primera razón es que no se le puede preguntar a la Ciencia que hubo antes del origen de la materia porque simplemente no es físicamente posible trasladarse hasta el punto en donde partió el Big Bang. Esto es porque no existe ningún tipo de experimento de laboratorio que permita recrear las situaciones iniciales de temperatura y presión producidas en la Gran Explosión. Por esta razón, Stephen Hawking dijo que “preguntar qué había antes del origen del universo es tan absurdo como preguntar qué hay al norte del polo Norte”.
2- La segunda razón es que aún si pudiéramos llegar a recrear las situaciones previas al Big Bang, no podríamos explicar específicamente el propósito de la existencia del Universo. La razón es sencilla, imaginemos que los emojis tuvieran nuestro razonamiento humano y se preguntaran el motivo de su existencia. Ellos investigarían muchísimo dentro de su mundo cibernético y descubrirían miles de cosas, pero nunca encontrarían a su creador dentro de ese “universo”, ya que su creador no vive dentro de él y su naturaleza es otra. ¿Cuál podría ser la conclusión de los emoticones? Surgimos por azar. Aunque en realidad, su existencia tiene un propósito. Pero, para que los ellos puedan entenderlo, tendrían que preguntárselo a su propio creador.
Yo me pregunto si es que podríamos verdaderamente confiar en nuestros sentidos y en nuestra capacidad analítica si es que fuésemos el resultado de una casualidad. ¿Cómo podríamos entonces confiar ciegamente en nuestros cinco sentidos?
Muchas cosas que la Ciencia nos ha enseñado a lo largo de la historia fueron cosas no comprobadas como la relatividad de Galileo que resultó ser falsa. Otro ejemplo es Boltzmann que fue desacreditado por la comunidad científica por su teoría de la cinética de los gases. Boltzmann tendía a ser depresivo y se suicidó. Sin embargo, resultó que su teoría era la válida, y no lo que se enseñaba en esa época. Inclusive, todos los científicos desde la época de Aristóteles hasta Einstein creían que el Universo no tuvo principio ni final. Fue Edwin Hubble y luego el físico Monseñor Georges Lemaître, quienes notaron que el universo tuvo un inicio. Lemaître fue quien desarrolló el “universo en expansión”, que fue la más adelante llamada teoría del Big Bang, la cual desmintió la "constante cosmológica" (del “universo estable”) de A. Einstein. El Big Bang es la teoría 99.99% comprobada, el Universo TUVO UN ORIGEN. Curiosamente, Lemaître afirmó que él se interesaba por la verdad desde el punto de vista de la salvación y desde el punto de vista de la certeza científica; y que le parecía que los dos caminos conducían a la verdad, y decidió seguir ambos. Dijo también que nada en su vida profesional, ni en lo que encontró en la ciencia ni en la religión, lo indujo jamás a cambiar de opinión.
Stephen Hawking, por otro lado, sostuvo que el universo se creó a sí mismo afirmando: "Porque existe una ley como la gravedad, el universo puede y podría crearse por sí mismo de la nada". Sin embargo, el físico Manuel Carreira refuta su teoría con lo siguiente: “la nada no tiene ninguna fuerza ni ninguna propiedad, sino que es puramente la ausencia de toda realidad. Lo que, sin embargo, sí es una evidencia científica es que la gravedad es el resultado de la masa, de modo que como la nada no tiene masa, tampoco puede tener gravedad. Sería como decir que del cero, ha de salir una cuenta de banco.” Además Carreira indicó que el planteamiento de Hawking es totalmente anticientífico, ya que contradice las leyes de la física, además de no aportar ninguna prueba que lo respalde, e indica que lo que no existe no puede darse la existencia a sí mismo. Otro científico que no está de acuerdo con Hawking, es el matemático John Lennox, quien comenta: “Las leyes por sí mismas no crean nada, son meramente una descripción de lo que ocurre bajo ciertas condiciones”, y además señala: “las tonterías siguen siendo tonterías incluso si son dichas por científicos de fama mundial”.
Con Hawking tenemos una muestra de lo que es el ateísmo científico. Sin embargo, un ateo científico acepta apoyarse en ramas de otros tipos de conocimientos como el de la Filosofía e historia, ya que contradictoriamente reconoce que la ciencia no cubre la verdad absoluta de nuestra realidad. Pero a su vez, desprecia a la teología como una rama de validez. Una muestra de que ningún científico ateo podrá negar verdades que no son comprobables científicamente, son las siguientes:
1. Verdades Éticas: La ciencia no puede probar que algo es correcto. Las verdades éticas y morales, no entran en el ámbito de la ciencia, sino que pertenecen al campo de la sociología o filosofía. Un clarísimo ejemplo es que la ciencia no puede demostrar que el canibalismo sea incorrecto.
2. La historia: Sólo por la fe humana se puede conocer la historia. Es un conocimiento ofrecido de otros: se acepta por ser información dada por personas que registraron ciertos hechos. Por ejemplo, sabemos de la existencia de Sócrates por la información que sus discípulos dejaron sobre él; de ese mismo modo conocemos a Jesucristo.
3. El arte o la inspiración humana: No hay forma de explicar con una ecuación matemática una canción, una pintura o un poema.
4. Las verdades lógicas o metafísicas: El mundo es real y no estoy viviendo una ilusión. Puedo confiar en mis 5 sentidos porque son reales.
Sin embargo, el ateísmo científico nos afirma que solamente se puede creer en las cosas que se pueden comprobar científicamente. Por esta razón, no me sorprende que el físico premio Nobel Steven Weinberg haya dicho: “Cuanto más comprensible parece el universo, más absurdo parece también.”… Y es que se nos olvida que la ciencia estudia sólo la materia y sus fuerzas, y queremos que nos dé la respuesta a absolutamente todo. Sin embargo, la existencia de un creador les parece bastante razonable a muchos otros científicos. Por ejemplo el físico John Weehler desarrolló el llamado principio antrópico: "No es únicamente que el hombre esté adaptado al universo, sino que el universo está adaptado al hombre. Por ejemplo, si no tienes algo como la gravedad que atrae y reúne la materia, nunca tendríamos planetas ni estrellas. Si no tienes la Interacción Nuclear fuerte, no habría nada que tenga unido a protones y neutrones en un núcleo, así no habría átomos ni química. Si no tienes la fuerza electromagnética, no tendrías ningún enlace químico, no habría luz. Necesitamos que todo este tipo de principios fundamentales estén en perfecto equilibrio para que se forme la vida. Si eliminamos sólo UNO de ellos, ADIÓS VIDA. ¿Le podemos llamar a esto CASUALIDAD? Además, la ciencia moderna nos dice que "existe la posibilidad de que una actividad INUSUAL suceda, entonces no debería sorprendernos que un CREADOR pueda actuar y hacer cosas milagrosas a su antojo, alterando el orden de su propia creación. Wickman (directora del Centro para la Investigación de la Ciencia en Azusa Pacific University) explicó que “si el universo de hecho tuvo un comienzo, por la simple lógica de causa y efecto, tuvo que haber un agente -separado e independiente del efecto- que lo causara”.
William Provine dice lo siguiente: "todo lo que pasa por tu cabeza es producto de tus genes, de tu ambiente y de las reacciones químicas." ¿Somos realmente títeres de las reacciones químicas que se generan dentro de nosotros? ¿Cómo podríamos creer en una moralidad objetiva? ¿Qué pasa si una persona tiene una tendencia de sentirse atraído sexualmente por los niños? Esto suena terriblemente inmoral, pero esas tendencias pueden estar totalmente justificadas por la "información que el individuo tiene en sus genes". Esto puede que esté científicamente comprobado, pero, ¿qué pasa cuando ese individuo escapa completamente de su materia, y por cuestiones de moralidad no comete un acto de pedofilia?. ¿Cómo pasamos de la materia y su naturaleza a nuestra libre voluntad de hacer lo correcto? ¿Qué parte específica de nuestro cuerpo -nuestra materia- produce que podamos ejercer el libre albedrío? El biólogo y activista ateo Richard Dawkins piensa que esta una pregunta filosófica muy complicada de responder.
Sin libre voluntad, nos convertiríamos en un simple "fenómeno de la materia" o en “esclavos de nuestra materia”... Yo no creo que seamos simplemente eso. Además, estoy segura de que hay cosas "no materiales" que existen sin lugar a dudas y no se puede obtener muestras físicas de ellas para ser analizadas en un microscopio y comprobar que están ahí, sino que simplemente sabemos que existen aunque no las podamos tocar ni analizar como por ejemplo el valor humano. Aunque increíblemente para el filósofo ateo Peter Singer este no exista, atreviéndose a decir que “la vida de un recién nacido tiene menos valor que la vida de un cerdo porque este último tiene signos de mayor racionalidad”.
Un científico creyente llamado Bryan Enderle, hace la siguiente reflexión :
“Nos preguntamos ¿por qué hierve el agua? Los científicos dirán que es porque el calor de la hornilla se está transfiriendo al agua y conforme aumenta la temperatura, aumenta también la energía cinética excitando las moléculas de agua, pasando del estado líquido al estado gaseoso. La presión de gas aumenta hasta alcanzar la presión atmosférica, cuando los puntos de nucleación dentro del recipiente permiten la formación de burbujas sobrepasando la evaporación y simplemente llega a la ebullición. Pero, en realidad esa no es la razón por la que el agua está hirviendo, está hirviendo porque quiero un té. Necesitamos tanto la respuesta científica como la explicación del significado más profundo para obtener la imagen más completa de la realidad.”
Alejandra Duffoo
Redactado: 13 de junio de 2017

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