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Los errores de Lutero según la Biblia

  • Writer: Alejandra Duffoo
    Alejandra Duffoo
  • Oct 31, 2019
  • 5 min read

Updated: Nov 1, 2019



Un monje agustino llamado Martín Lutero se separó de la Iglesia fundando la Reforma Protestante en el año 1517, y es justamente ahí donde evidentemente nace el protestantismo y con él todas las iglesias cristianas no católicas de esta parte del mundo; iglesias que carecen de sucesión apostólica y que dicen basarse en la sola biblia. Lo triste de esto es que nuestro libro sagrado es un total anti protestante, así como lo es Jesucristo, sino veamos Su oración:


- Pero no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en Mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como Tú, oh Padre, estás en Mí y Yo en Ti, que también ellos estén en Nosotros, para que el mundo crea que Tú Me enviaste. Juan 17, 20-21


- Al hombre que cause divisiones, después de la primera y segunda amonestación, recházalo. Tito 3, 10


- Les ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos se pongan de acuerdo (que hablen lo mismo), y que no haya divisiones entre ustedes, sino que estén enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer. 1 Corintios 1, 10


- Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos. Efesios 4, 5


Del mismo modo la Biblia nos habla de la importancia de la sucesión apostólica:


- Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga a hombres fieles que sean capaces de enseñar también a otros. 2 Timoteo 2, 2


Esto se debe a que Cristo no envió a escribir sino a predicar...


- “El que a ustedes escucha, Me escucha a Mí, y el que a ustedes rechaza, Me rechaza a Mí; y el que Me rechaza a Mí, rechaza al que Me envió.” Lucas 10, 16


- Y les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura. Marcos 16, 15


Y la Biblia nos señala que los apóstoles tenían claro que su prioridad era instruir a los cristianos de manera oral:


- Aunque tengo muchas cosas que escribirles, no quiero hacerlo con papel y tinta, sino que espero ir a verlos y hablar con ustedes cara a cara, para que su gozo sea completo. 2 Juan 1, 12


- Te escribo estas cosas, esperando ir a verte pronto, pero en caso que me tarde te escribo para que sepas cómo debe conducirse uno en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y sostén de la verdad. 1 Timoteo 3, 14-15


Por esta razón, las mismas escrituras nos dicen que ellas no contienen toda la revelación:


- Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aún en el mundo cabrían los libros que se escribirían. Juan 21, 25


- Por tanto, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que os hemos enseñado de palabra o por escrito. 2 Tesalonicenses 2, 15


Este pasaje de Tesalonicenses nos deja claro que la revelación del Espíritu Santo encomendada en los apóstoles se da por dos vías: la oral y la escrita, siendo esta última muy difícil de entender:


- Pero ante todo sepan esto, que ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal. 2 Pedro 1, 20


- Asimismo en todas sus cartas habla en ellas de esto; en las cuales hay algunas cosas difíciles de entender, que los ignorantes e inestables tuercen, como también tuercen el resto de las Escrituras, para su propia perdición. 2 Pedro 3, 16


- Él respondió: ¿Cómo lo puedo entender si nadie me lo explica? Hechos 8, 30-31


Sin embargo, Lutero fue tan atrevido que le agregó la palabra “sólo” a Romanos 3, 28... 


- Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Gálatas 1, 8


Este monje hizo esto para concluir con la “sólo por la fe”. Sin embargo la escrituras nos dicen lo contrario y recordemos que ellas no se contradicen:


- La fe sin obras es muerta. Santiago 2, 14-17


- La corona incorruptible no se gana sin trabajo: "¿No sabéis que en las carreras del estadio todos corren, mas uno solo recibe el premio? ¡Corred de manera que lo consigáis!"  I  Corintios 9, 24


- Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras.  Romanos 2, 6


- Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad. I Corintios 13,13


Este “reformador”, que más que eso fue el fundador de una nueva religión, dijo lo siguiente acerca de la Biblia en su comentario sobre San Juan: "Estamos obligados a admitir a los Papistas -católicos- que ellos tienen la Palabra de Dios, que la hemos recibido de ellos, y que sin ellos no tendríamos ningún conocimiento de ésta”.


Este señor a pesar de todo, reconocía que la Biblia fue un regalo de la Iglesia ya que, como es lógico, la Biblia no cayó del cielo encuadernada y con título puesto en la carátula. Hubo una Iglesia que escogió los libros de la Biblia entre otros, y decidió, guiados por el Espíritu Santo (Hechos 15, 28) que eran palabra de Dios. Esa Iglesia fue la Católica. En el año 382 d.C., por encargo del Papa Dámaso I, se da el Concilio de Roma, en donde aparece la lista de libros que llevaría la Biblia. Esto fue alrededor de 342 años después de la muerte de Cristo, y 45 años luego de la muerte de Constantino. Los que creen en la Biblia le han dado el poder a la Iglesia católica, ya que fue esta la que escogió qué libros ella tiene, y están evidentemente de acuerdo con sus concilios en ese tema, ¿por qué no estar de acuerdo con esa misma Iglesia en todos los demás concilios que ella ha tenido? Cristo prometió que estaría con esa primera Iglesia siempre, no permitiría que cayera en el error que la llevaría a la perdición. Mateo 28, 20; Juan 14, 26.


Y así simplemente concluyo...


Salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros. 1 Juan 2,19


No obstante, que esto no le dé luz verde a ningún católico a menospreciar a ningún hermano protestante. Dice el catecismo en el párrafo 818:


“Los que nacen hoy en las comunidades surgidas de tales rupturas y son instruidos en la fe de Cristo, no pueden ser acusados del pecado de la separación y la Iglesia católica los abraza con respeto y amor fraternos [...] por la fe en el Bautismo, se han incorporado a Cristo; por tanto, con todo derecho se honran con el nombre de cristianos y son reconocidos con razón por los hijos de la Iglesia católica como hermanos en el Señor".


¡Dios los bendiga abundantemente!


 
 
 

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